lunes, 18 de diciembre de 2006

LA ESCUELA PÚBLICA Y LA NAVIDAD

Hoy he visitado cuatro colegios públicos de educación infantil y primaria, (bueno, para no contar mentiras, he visitado 3 y tengo noticias del cuarto), en todos ellos se ha instalado un belén, en un lugar bien visible. Además, me consta que todos tienen previsto un gran festival de villancicos, con la invitación correspondiente a los progenitores.
No sé por qué me ha chocado el tema, quizá por alguna de las siguientes razones:
1.- la escuela pública española no es confesional, es laica. Se supone que “todo” lo que se enseña a “todo” el alumnado, está basado en la razón, en la ciencia, no en las creencias. Otra cosa es lo que se enseña en la asignatura de religión católica, a la que los padres han optado voluntariamente.
2.- Por otra parte existen otros padres que han decidido no apuntar a sus hijos o hijas a religión. Sus motivos tendrán.
3.- Cada vez más asisten a nuestras escuelas alumnos/as con padres y madres que creen en otras religiones.
Con los anteriores postulados, pienso que, cuando hablamos de una escuela multicultural o intercultural, no es un buen ejercicio de tolerancia el montar un tinglado, de una de las creencias que están presentes en nuestra escuela pública, y hacer pasar por él al resto de alumnado y de padres y madres, so pena de quedarse los críos en un rincón, sin entender demasiado por qué sus padres no les dejan subir al escenario, con todos sus “compas”, a cantar unas canciones cuyo significado aún no entienden.
No sé si va llegando el momento de plantearse otras cosas en la escuela pública, laica. Creo que, al menos, un poco de reflexión hace falta dentro de ella, puesto que lo único que estamos haciendo es continuar un hábito, y no cuestionarlo, sólo por los problemas que nos puede causar con algunos padres y madres que desean “inmortalizar” a sus retoños con cualquier aparato digital.
Quizás con un poco de imaginación evitaríamos adultos cabreados y conseguiríamos niños y niñas contentos de celebrar, por ejemplo, la “fiesta del invierno”.
Quizás así no faltaríamos al respeto de padres, madres, niños y niñas de los dos grupos señalados anteriormente.

viernes, 8 de diciembre de 2006

Dónde está su cultura

Un tema para la reflexión, en mi opinión, es la preocupación, lógica, que tenemos en cualquier cultura de acogida en conseguir que los inmigrantes pronto sean "uno más", es decir, poniendo como ejemplo la escuela, que conozcan el idioma y las costumbres para que no tengan barreras en el aprendizaje.
Pero, una cosa que he detectado, es que no nos preocupa demasiado su cultura original. Pongo un ejemplo: Imaginad un niño, o niña, llegada de Marruecos, puede integrarse perfectamente en nuestro sistema educativo. Imaginemos que adquiere una gran formación, un título profesional y, llegado un momento decide regresar a su país.
Imaginad que sus padres, no sabían leer ni escribir en árabe. Por lo tanto, este niño, ya adulto, no ha adquirido la lectoescritura en la lengua de su país natal. Al regresar a su país, con una excelente formación profesional, adquirida en el nuestro, va a tener serias dificultades para funcionar en su tierra, ¡va a ser analfabeto!.
Hecha la anterior reflexión, y al hilo de algunas respuestas que a la misma he tenido en una lista de correo sobre interculturalidad, quiero hacer algunas puntualizaciones:
En primer lugar el sujeto tiene el derecho de definir sus identidades, entre otros elementos configuradores de la misma estará "su país", "sus países" o lo que él decida, no yo. También tiene el derecho de vivir aquí toda su vida, o una parte, de regresar al país donde nació o irse a vivir a Pernanbuco.
Creo que nuestro trabajo está en favorecer la riqueza que supone para cualquier individuo y sociedad la interculturalidad. Desde aquí trabajamos por eso.
Por una parte intentando que tenga los derechos que tiene cualquier ciudadano que vive aquí, y esto supone facilitarle herramientas formativas y culturales que le permitan tener igualdad de oportunidades en la sociedad de acogida. También que tenga la oportunidad de enriquecerse con los elementos de la cultura en la que vive, pero también que tenga la posibilidad de "darnos" lo que trae de su cultura de origen.

Que aprenda y enseñe, que aprendamos y enseñemos.

No sé si es tarea de la escuela enseñarle la lengua de su país (y la
cultura), pero en el sistema finlandés (del que he tenido la
oportunidad de conocer algunas cosas in situ), por ejemplo, en
la ciudad de Tampere, en las escuelas se les da clases de lengua y cultura de los países de origen a los inmigrantes.

sábado, 2 de diciembre de 2006

RESPETO Y ADMIRACIÓN

He leído un post del blog de guardafaro, recomendado por una persona a la que quiero mucho,una reflexión sobre las religiones, y me ha traido a la cabeza mi propia reflexión:
Respeto, admiro y me siento afortunado de tener personas conocidas, y en algunos casos amigas, con un fuerte sentido religioso.
Pero las respeto y admiro no por el hecho de su religiosidad, sino por su conducta, por lo que hacen. Admiro ese compromiso ético, esas acciones ese hacer algo por los necesitados, ese “meterse en líos” por conseguir un mundo más justo.
No respeto, ni admiro, a quienes hacen gala de su religión, y, con sus rezos, mantienen la conciencia tranquila. Ni respeto ni admiro a quienes no mueven un dedo por los demás. Aquellos que rezan mucho, y después se indignan con los inmigrantes, aquellos que con unas oraciones, su misa dominical y una limosna, resuelven las enseñanzas de su religión.
Bueno, también me ocurre todo lo anterior con los que no se las dan de religiosos.
Y, aprovechando el tema, voy a poner un video de Ricardo Arjona referido al mismo tema que me encanta. Se titula "Jesús es verbo, no sustantivo":